jueves, 6 de mayo de 2010

.: El abrazo :.

"Necesito un abrazo, ella me dijo,

y yo también...contesté"

Se paró el tiempo, la ciudad,
y nuestros labios, enmudecidos,
buscaban la palabra olvidada,
el gesto escondido, el abrazo.

Diez años tatuados en la piel
y huellas encendidas en los ojos
como instantáneas de un mundo
recién descubierto, como la luz
de una historia interrumpida.

El río ha seguido su curso, incansable,
las aceras y comercios, la gente,
la vida, inevitablemente nosotros…

y ha llovido en el alma,
helado en los pies y en la raiz de sus pasos,

imposible olvidar el calor de un sol
que quizá no fuera el nuestro
pero tan cercano
que nos mantuvo vivos.

Y ahora los dos, más gigantes que nunca,
centro de un mundo demasiado pequeño
como para no evitar el arañazo del recuerdo
hacemos de la tarde un siglo y del aire
todo un universo, tan nuestro como ayer.

Se paró el tiempo, el Parque,
y nuestros labios que, enmudecidos,
buscaban un abrazo.

miércoles, 5 de mayo de 2010

.: El hueco en el que anido :.

"...Y yo te diría, no sé, que las cosas van a marchar bien..."


Otra vez Ismael por aquí.

De su último trabajo "acuérdate de vivir" me quedo, sin duda, con esta canción:

'El hueco en el que anido' - Ismael Serrano



Se quema la tarde mientras yo te miro sin que te des cuenta.
Y exhala tu pena un perfume muy dulce y se congela el sueño.
Se apagan los cuerpos, miras la ventana con aire ausente
como quien mira alumbrada por la luz del ocaso a un niño que duerme.

Tus ojos se tiñen con el viejo color de la infancia,
nostalgia del tiempo en que todo tenía respuesta,
en que era más largo el verano y más pequeño tu mundo.
Y unos pasos seguían siempre de cerca a los tuyos.

Y yo te diría, no sé,
que las cosas van a marchar bien,
te mostraría el futuro, la borra del café, con ángeles y estrellas
noches, milongas e historias, ¿recuerdas?, que hablan
de viejos amantes que crecen, que dudan y esperan
su turno mientras anochece y el mundo se enferma.

A veces vigilo con calma tu rostro mientras miras fuera.
Escribes, navegas, revisas las fotos del último viaje.
Y cubre de nieblas tu piel, sin aviso, la memoria herida.
Fumas un cigarro, suspiras y esparces todas las cenizas.

Te callas y el miedo, feroz, cose tus pestañas.
Delicadas alas de una dulce mariposa,
veloz, fuerte y luminosa. Sin tregua persigo su vuelo
y cubre nuestra casa el polvo del recuerdo,

Y, como la tierra generosa abraza la raíz
de un frutal encendido, yo te abrazo a ti.
Y abrazo tu ropa, no sé, tus maletas
tu rostro, tus dudas, tus pies, su huella,
tus manos y hasta tus zapatos,
tu pena, mi castigo,
la curva de tu espalda,
el hueco en el que anido.

martes, 4 de mayo de 2010

.: Reincidentemente :.

En este preciso instante
hay un nombre
que resbala en la madrugada
justo allí donde nadie conoce a nadie
y todos esconden sus verdades.

Infinitas historias a la hora

en que reincidentemente claudica la ciudad.

A media luz el humo es el telón
que sube anunciando guiones
que buscan algo que contar
bajo el cielo de una tulipa azul,

en el roce de una cintura
está el deseo,
y en la mentira,
y en el rojo de unos labios,
y en la forma de mover las manos,
y en el mostrador de la recepción…

reincidentemente…

Si resbalas conmigo
te cuento mis medias verdades
te ofrezco el pulso de mis noches,
y diez mares en tu espalda,

a cambio te pido que, mañana, olvides
el nombre de esta calle.