jueves, 31 de diciembre de 2009

.: FELIZ...

hasta el año que viene...

...si quereis...

martes, 29 de diciembre de 2009

.: Algo de ti :.

Esperaba algo de ti este año,

algo como verte bailar con una copa en la mano
…y brindar por lo bueno y por lo malo
(es un decir, esto no lo esperaba)

pero esperaba de ti un instante, un aliento

-no digo ya un jadeo-

al menos un leve suspiro
que llenara de vaho este espejo de letras
para escribir en él lo que siempre dejo de escribir,

esperaba que el silencio se hiciera voz
y la ausencia… presencia,
aunque fuera con la caducidad de la espuma de una cerveza,
entender porqué se pasan las hojas de los calendarios
sin que lleguen noticias del espacio en el que te ausentas.

Esperaba algo de ti este año,
algo que me hiciera creer que has existido alguna vez…

domingo, 27 de diciembre de 2009

.: Se vende :.

Es el tiempo el que hace crujir
la madera de las escaleras y no mis pasos,
ni el peso de la historia aferrada a la barandilla:
una guerra, dos nacimientos y una extraña soledad
habitan el rellano del segundo piso.

Doblar un camisón y una falda de tablas sin estrenar,
sacudir un sombrero borsalino,
descubrir cartas amarillentas en un altillo
que revelan dudas y amores en tiempos inciertos
-y aquella otra que nunca recibieron los Reyes Magos-
ojear los sellos del centenario del ferrocarril,
cerrar cajas y llenar bolsas…

Deshacer un hogar después de setenta años,
colgar el cartel de se vende


¿qué queda de ese olor a naranja y de esos aviones de papel?

cruje la madera…
¿por qué no subí más veces estas escaleras?

jueves, 17 de diciembre de 2009

.: Nueva ciudad :.

Una nueva ciudad para mi,
y bajo su lluvia se amontonan las prisas
cada una con su breve historia. Unas buscan
la humedad que limpie la huella de un error,
otras esquivan charcos y nuevos naufragios
y muchas otras mueren en el intento
por ganar el abrigo de una esquina sin nombre.

Y yo, que siempre vivo en la continua prisa,
hoy camino ajeno al pulso de las calles de esta ciudad,
y no me busco en su mar, ni en alguno de sus vinos,
ni en el calor de los botones de una blusa.
Es la soledad de un toldo en La Rambla Nova refugio
para esconder, por un rato, mi breve historia.

No para de llover en esta nueva ciudad.

martes, 1 de diciembre de 2009

.: Alta mar en un vaso de agua :.

No digas que me ahogo
en un vaso de agua,

cuando pude salvarme
del naufragio de estas cuatro paredes,

cuando he respirado
bajo el agua de un abrazo sin alas,

alcancé a nado la costa
de una ciudad en llamas
y no te vi bajo la luz de su faro...

no me digas nunca más...

Es este sofá una balsa que navega en alta mar
y no hay islas que lleven tu nombre…