No era solo una fotografía
en la que las luces tiritaban
y la mampostería de la ribera
posaba con el carácter
del paso de los siglos,
no solo era una fotografía
de antiguos embarcaderos,
restos de gabarras y grúas,
farolas sin tulipa de cristal,
de la noche reflejando en la ría
un puñado de preguntas sin respuesta,
dividiendo
la ciudad
en dos,
no era solo una fotografía
posando en la antigua
barandilla verde de hierro
-hoy pintada de blanco-
No era solo una fotografía…
… era, su gesto.