Como turista recorriendo su plano
buscaban mis dedos sus botones
y todas sus tardes.
Es Julio,
las palmeras solo existen
en un póster de la agencia de viajes,
y su blusa
-doblada en una maleta-
respira rumbo a cualquier tarde
que quiera nacer.
Qué bueno. Enhorabuena. Un abrazote.
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