Miento si digo que no te quiero,
que ya no deseo
el roce de tus dedos.
que ya no deseo
el roce de tus dedos.
Y miento cuando hablo
de lo que siento,
que ya no te veo sentada
en nuestra cama,
que ya no hablo de ti
a mi almohada.
Miento cada día a la noche
que me canta que ya no estás,
que no me importa,
que quiero a otra,
que no te espero ya.
Y me miento
en este momento, escribiendo
que no te escribiré nunca más.
Tan bello señor...tan bello, siga mintiendose....no hace daño.
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