Han pasado los días
como desfiles de ejércitos desarmados,
uno a uno,
y con el paso cambiado
de las noches de insomnio,
atrás quedaron oportunidades y saldos,
noviembres dormidos en mi hombro
como sobres cerrados
dentro de un buzón sin nombre,
o como aquel que terminó
con un beso resbalando al bolsillo
junto al frío de las escaleras del metro.
Quizás me haya acostumbrado
a la insana rutina de vivir
en la vía muerta de una estación
buscando corazones desguazados,
posiblemente sólo sea la reincidencia
de un sueño en el que me emborracho
de una desnudez sin normas,
pero a veces parece que he desertado
de aquel ejército sin armas
para enrolarme en una vida que no parece mía.
Joder con el insomnio...lo que se piensa cuando no duermes. Parece que el que tenía insomnio eras tu y pensabas lo que estaba pensando yo. Como siempre chapeau, has dado en el clavo
ResponderEliminarVida sólo hay una así que no la pierdas por miedo a vivirla.
ResponderEliminarMe gusta mucho, mucho, mucho.
Muá.
ISIS...el insomnio es lo que tiene, se tiene tiempo para pensar más (que no mejor)
ResponderEliminar¿¿tengo telepatía?? me alegra que te pases por aquí y que te entretenga lo que lees...
...aquí estoy pa lo que quieras.
besos
Migasss!!
ResponderEliminargracias por pasarte por aquí...me alegra que te gustara
un beso
Eres grande: Una letra impresionate, jodidamente buena. Un abrazo tan grande como tu arte.
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