Por si alguien lo dudaba, seguimos vivos,
atentos a lo que queda por descubrir, por venir,
intentando levantar un nuevo horizonte
ese que hace tiempo perdió la verticalidad
dejando desnudo al que se miraba al ombligo,
al que culpó de su mal al golpear del infortunio,
al valiente cobarde que no quiso amar por miedo a vivir
…que tontería, por miedo a vivir.
Y seguimos vivos porque cada día que transcurre
es un recuerdo que inevitablemente late,
una huella bajo la piel, bajo los huesos,
una enredadera de neuronas excitadas,
un nudo de lenguas, el sabor de la palabra en la boca
y del bocado del beso a la manzana,
una saliva de salivas, piel de pieles y sábanas arrugadas,
un anónimo tequiero en el andén del metro entre canciones
de anónimos músicos callejeros.
Y seguimos vivos porque conseguimos sobrevivir al rencor,
a la distancia tan cercana como las letras de un nombre,
al silencio que borró aquellos inviernos
en los que una mirada curaba del frío y la soledad,
al miedo a reencontrarse en una calle sin salida,
a los viajes sin el equipaje de quien, no hace tanto,
era nuestro copiloto en los amaneceres…
en definitiva, por si alguien lo dudaba,
seguimos vivos porque logramos sobrevivir
a la fugacidad del tiempo, a la misma vida.
Y hablando de mi, sigo vivo, claro, mientras a mi paso
vuelan las palomas en esta calle de Madrid
donde creo haber sobrevivido a otras cien vidas
y a una de ellas sin ti...por miedo a vivir
...que tontería, por miedo a vivir.
Ismael Serrano - 'Balance' - del CD 'Acuérdate de vivir'
y repaso viejas fotos.
Ya no soy aquel muchacho
con relámpagos en los ojos.
Conservo miedos
por los que aún debo cantar.
Aún siento el vértigo helado
al echar la vista atrás.
Aún me emocionan
viejas luchas,
el “No pasarán”.
Me duele América.
Amo viajar.
Sueño y milito
en tu risa,
en la amistad.
Leo tebeos.
Odio madrugar.
Aún creo en la utopía
y no soy el mejor hombre.
Reconozco que me cansa
dar siempre explicaciones.
Quiero que sepas
que, aunque arrastro mis fracasos,
si quieres contar conmigo,
aún guardo fuego en mis manos.
He aprendido
a hacer maletas
y a comer solo.
A reparar espejos rotos.
Sé del tesoro
de las cosas más pequeñas,
no siempre sé
lo que tiene urgencia.
Hago balance.
Queda todo por hacer.
Si tú quieres te acompaño.
No soy más que lo ves.
Se me ha saltado una lagrimita, ya sabes, soy muy tonta :D Me lo llevo a mi blog, si no te importa... y si te importa, me demandas, ja ja ja.
ResponderEliminarBesos gordos, cuidate mucho.
Joder, mil gracias Mayte, vaya regalo tu comentario y tu entrada en tu blog en este día de mi santo...
ResponderEliminarintento cuidarme y recordar que estamos vivos!!!
un beso, prometo esas cañas en cuanto mejore esta vértebra ;9