Caminando por el barrio de Hortaleza...
Desarropada la ciudad
se templa al sol que muere
y las fachadas se tiñen
de un rojizo inédito.
Una leve bruma viste las aceras
ocultando los desastres
de quienes pasean sus vidas
cuando ya no queda nada por decir,
rumor de conversaciones
en el umbral de los portales,
apuestas y sueños al azar
y la edad que avanza en la mañana
arrugando los sentidos,
y a las afueras
sobreviven los perros sin collar,
aquellos que no hablan
y rebuscan en el lenguaje de las despedidas,
y yo,
que no sé cómo cobijarte de la lluvia.
Solitarios mueren los buzones amarillos.
Buzones amarillos entre el estruendo de la ciudad...esa ciudad desarropada de historias que entran y salen... historias que viajan y vagan... que los dejan muertos y huérfanos...
ResponderEliminargracias por hacer que tus poesías nos lleven a otros pensamientos...
un beso
Aquellos buzones que ya apenas se utilizan, y sería tan original hacerlos multiplicar...No hay nada como un manuscrito por una mano temblorosa que diga sin borrones lo que el alma siente.
ResponderEliminarEres espectacular, pero no te lo creas, sigue enalteciendo lo que vales.
Muaks.
Hola Desconcierto!!
ResponderEliminarAlejándose el día,la noche comienza su andar,por esa ciudad,llena de vidas,llena de vida.
Un fuerte abrazo
Judith....es lo que ví mientras andaba buscando un buzón amarillo.
ResponderEliminarGracias por estar.
beso
Alalba, si apenas se utlizan...yo, ese día, buscaba un buzón, pero en el interior del sobre no había manuscritos, sólo un frío contrato con el banco...para eso quedan ya los buzones!
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte por aquí.
besos
Estrella...eso es... barrios llenos de vidas, aunque degradados y con un aire de tristeza.
ResponderEliminarun beso y garcias