Hoy no tengo nada que escribir
y Madrid se parece cada vez más
a esa ciudad en la que nunca pasa nada.
Y como en la página en blanco,
o como en la tarde de un sábado incierto,
nunca sucede nada que nos erice la piel.
Son las promesas que se hacen
las que provocan este caos,
el desorden que funda esta vida,
y yo te pierdo cada día un poco más
porque nunca cierro con ese final que te sorprenda,
porque nunca pasa nada en esta ciudad.
Extremoduro – “Dulce introducción al caos”
“… la canción de que el viento se parara,
donde nunca pasa nada.
Mientras tanto pasan las horas,
sueño que despierto a su vera,
me pregunto si estará sola…”
Niño, te veo flojo. Anda, busca un ratito un día y nos perdonamos las cervezas que nos debemos ¿sí?
ResponderEliminarBesos
Qué suerte Antonio de poder estar cerca de gente como Mayte. Yo no me lo pensaba dos veces e iría a por la cervecita.
ResponderEliminarÁnimo amigo!!
Me gustó este poema del vacío...de lo cotidiano...de la nada. La vida tiene esta cosillas...
Un abrazote.
Y llenas la nada con poemas como estos. Un beso
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ResponderEliminar"Son las promesas que se hacen
ResponderEliminarlas que provocan este caos"
Y que razón tienes.
Debería estar prohibido por ley, prometer a otros o prometernos a nosostros mismoesorden emocional que provocamos es debvastador a veces.
Me gusta, claro.
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ResponderEliminarHola Desconcierto!!
ResponderEliminarNunca pasa nada...solamente la vida,simples horas unas detrás de otras,emergiendo de la nada hacia la nada.
Hay días así,por qué no decirlo???,nada nuevo,nada bueno!!
Lo único que merece la pena de este comentario es darte un abrazo Antonio!!
Hola Desconcierto!!
ResponderEliminarTodo bien??
Espero y deseo que tengas una buena semana.
Un abrazo!!
Oh! Hay veces que madrid se vuelve tan tan gris que sólo quiero que vuelva el mar y me inunde, a ver si debajo de las olas puedo oler algo.
ResponderEliminarUn beso, contigo siempre, querido.
Muá