miércoles, 11 de abril de 2012
Después de la lluvia, el sol y luego más lluvia y
el frío acechando y más tarde algún tenue rayo de sol. Así late mi pulso, y como el tiempo, aparezco y desaparezco,
saludo levemente o me escondo, me entusiasmo, bostezo, sonrío, me vuelvo a esconder…busco
su mirada magnética, la evito jugando con mi taza de café. Y ahora que todo parece
recortarse -el bienestar, los diez puntos- yo no puedo reducir esa distancia
que nos hace terriblemente desconocidos, cuando lo sencillo, lo natural, sería acercarse
y respirar mucho más cerca, como cuando sale el sol… como cuando llueve.
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¿Y por qué escribes con esa letra tan pequeña?
ResponderEliminar?¿?¿¿?
ResponderEliminarpara estrenar las gafas...
parece que se ve ahora más grande ;)
Hola Desconcierto!!
ResponderEliminarSentimos las distancias,sentimos el tiempo acechándonos,el mal tiempo y el bueno,como nuestro ánimo,como nuestro aliento,nuestra fuerza,la del viento o la de la lluvia,la del sol,da igual,nuestro corazón es una caja de sorpresas,siempre esperando que alguien la abra y nos sorprenda a su vez.
Ya estoy divagando de nuevo,como siempre,jaja.
Un beso Antonio!
divaga...divaga :)
Eliminargracias!!!
Me encanta el sol después de la lluvia... como que hace que todo brille más de lo habitual.
ResponderEliminarCada vez que paso por aquí me siento bien :)
¡Saludos!
hoy llueve, para y sale el sol, luego vuelve a llover, luego para y de nuevo el sol....se está bien en Madrid...
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