viernes, 2 de marzo de 2007

.: Cuatro Caminos :.



Impuntuales se hacían los minutos
confundidos tras el rojo de tu abrigo
y el azul de tus ojos.
Impuntuales el deseo y las ganas,
y la pretensión de que mis dedos
puedan dormir contigo.

Una glorieta punto de inicio
para un viaje a lo desconocido
a lo vertiginoso de tus piernas,
a lo clandestino de tu lengua.
Cuatro son los caminos para llevarme a tus brazos,
y dos, las botas que pisan fuerte las derrotas.

Lo fugaz lo conviertes en eterno
mientras olvido las tristezas,
buscando con la mirada tus besos.
Y los encuentro,
escondido bajo tu pelo.

No hay nadie más,
esta noche solos tú y yo.

Arrástrame a las calles cogido de tu mano.

...Probablemente,
mañana nos quememos en este fuego.

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