Ayer vi a Ismael Serrano, otra vez.
Otra vez un concierto mágico, especial, distinto, de los que sales con una sonrisa mágica, especial, distinta...
Grande Ismael.
Y hoy dejo por aquí esta canción:
Ismael Serrano - "Sucede que a veces"
Sucede que a veces la vida mata y el amor
te echa silicona en los cerrojos de tu casa,
o te abre un expediente de regulación,
y te expulsa del Edén, hacia tierras extrañas.
Sucede que a veces sales de un bar y la luz
quema la piel de este vampiro que te ama,
te llena la frente de fino polvo marrón-sur,
bostezas y te queman agujetas en las alas.
Pero sucede también
que, sin saber cómo ni cuándo,
algo te eriza la piel
y te rescata del naufragio.
Y siempre es viernes, siesta de verano,
verbena en la aldea, guirnaldas en mayo,
tormentas que apagan el televisor.
Teléfonos que arden, me nombra tu voz,
hoy ceno contigo, hoy revolución,
reyes que pierden sus coronas,
verte entre la multitud,
abrazos que incendian la aurora
en las playas del sur.
Sucede que a veces la vida mata y te encuentras
solo y en este corazón no reciclable
se hunden petroleros desahuciados y sospechas
que provocan miopía en lanzadores de puñales.
Sucede que a veces la vida mata y el invierno
saca su revólver, te encañona en las costillas,
te aterran los álbumes de fotos y el espejo,
huele a pino el coche y el mar a gasolina.
Pero sucede también
que, sin saber cómo ni cuándo,
algo te eriza la piel
y te rescata del naufragio.
Y siempre es viernes, siesta de verano,
verbena en la aldea, guirnaldas en mayo,
tormentas que apagan el televisor.
Teléfonos que arden, me nombra tu voz,
hoy ceno contigo, hoy revolución,
reyes que pierden sus coronas,
verte entre la multitud,
abrazos que incendian la aurora
en las playas del sur.
Sucede que a veces la vida mata...
Y siempre es viernes, siesta de verano...
Hoy ceno contigo, hoy revolución...
sábado, 25 de septiembre de 2010
viernes, 24 de septiembre de 2010
.: 314 :.
He vuelto a cambiar de ciudad y de nombre,
de creencias y de cielo, pero no de mar,
que sigue durmiendo a mi derecha
en esta cama de ochenta.
Cambiaron las paredes, la moqueta del suelo
el olor de cajones y sábanas, el precio de los canales de pago,
cambió el café espresso del desayuno
y hasta la forma de mirarme
en el espejo del cuarto de baño al despertar.
Y ahí descansa mi maleta, aún sin vaciar,
resistiendo a todos los golpes,
a todos mis cambios.
de creencias y de cielo, pero no de mar,
que sigue durmiendo a mi derecha
en esta cama de ochenta.
Cambiaron las paredes, la moqueta del suelo
el olor de cajones y sábanas, el precio de los canales de pago,
cambió el café espresso del desayuno
y hasta la forma de mirarme
en el espejo del cuarto de baño al despertar.
Y ahí descansa mi maleta, aún sin vaciar,
resistiendo a todos los golpes,
a todos mis cambios.
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viajes
martes, 21 de septiembre de 2010
.: 208 :.
En esta habitación de hotel
sobreviven un libro, una guitarra,
un teléfono móvil, este ordenador,
su fotografía y la maleta que nunca vacío.
Al otro lado de la almohada
duerme el mar.
Como ves, nunca estoy solo,
aunque ahora mismo
-en medio de este insomnio-
me falten las noches de duda y piel.
sobreviven un libro, una guitarra,
un teléfono móvil, este ordenador,
su fotografía y la maleta que nunca vacío.
Al otro lado de la almohada
duerme el mar.
Como ves, nunca estoy solo,
aunque ahora mismo
-en medio de este insomnio-
me falten las noches de duda y piel.
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viajes
sábado, 18 de septiembre de 2010
.: Al despertar :.
Es posible que todo
sucediera muy rápido
como un relámpago herido por su propia luz,
o a destiempo,
sin oportunidad de poder cerrar los ojos
para recorrer toda su isla de piel.
Quizá nos empeñemos en hacer difícil
hasta el lado más amable de esta vida,
hacer de la noche lugar intransitable
para los sentimientos que se deshacen
cuando amanece sin avisar,
quizá sea el instante
la mejor medida del tiempo,
y una mirada la desmedida realidad
del día después.
Hay noches que deberían terminar
a las doce en punto, justo cuando el deseo
es un zapato de cristal que nadie recoge al despertar.
sucediera muy rápido
como un relámpago herido por su propia luz,
o a destiempo,
sin oportunidad de poder cerrar los ojos
para recorrer toda su isla de piel.
Quizá nos empeñemos en hacer difícil
hasta el lado más amable de esta vida,
hacer de la noche lugar intransitable
para los sentimientos que se deshacen
cuando amanece sin avisar,
quizá sea el instante
la mejor medida del tiempo,
y una mirada la desmedida realidad
del día después.
Hay noches que deberían terminar
a las doce en punto, justo cuando el deseo
es un zapato de cristal que nadie recoge al despertar.
lunes, 13 de septiembre de 2010
.: Atrás :.
Me he traído
el mar,
silenciosamente el mar,
y lo dulce de una lluvia
que enredaba algas
en la impaciencia del viajero
que vuelve a pisar lo que conoce.
Atrás dejé voces en otras lenguas,
caminos que tocan el fin del mundo,
atardeceres en muros de piedra
que encierran una verdad,
la mirada de quien se entrega
al milagro de los días.
Y recordé rincones
recorridos en otras vidas
-cuando todo era más sencillo-
...y quise que vieras
lo que yo veía.
Me he traído el mar. Y ahora reviso
que todo sigue en el lugar donde lo dejé.
el mar,
silenciosamente el mar,
y lo dulce de una lluvia
que enredaba algas
en la impaciencia del viajero
que vuelve a pisar lo que conoce.
Atrás dejé voces en otras lenguas,
caminos que tocan el fin del mundo,
atardeceres en muros de piedra
que encierran una verdad,
la mirada de quien se entrega
al milagro de los días.
Y recordé rincones
recorridos en otras vidas
-cuando todo era más sencillo-
...y quise que vieras
lo que yo veía.
Me he traído el mar. Y ahora reviso
que todo sigue en el lugar donde lo dejé.
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