Hay caminos que empiezan
en tu madrugada,
en una alcoba con vistas
a la Vía Láctea,
donde la luz descansa sobre tu piel
e improvisa nuevas formas de amar,
hay caminos que inevitablemente
pasan por tu cocina, por tus manos
impregnadas de harina y sueños,
por los cojines de un sofá a la deriva
por ese aroma a hogar por estrenar.
y tu pasillo, encendido,
muestra avenidas y atajos
que imagino sobre tu espalda,
mientras la radio anuncia
temblores y revoluciones,
el deshielo de glaciares y sábanas,
recuerda la tarde que juramos tomar
aquella carretera secundaria,
alejarnos de semáforos y sirenas,
buscar un mar al salir de cada curva,
abrir la ventanilla al grito de libertad,
recuerda...
y es que hay caminos que se hicieron
de sueños y medias verdades,
de conquistas y derrotas,
de alcobas...
y de ganas
de poner
nombre
a todas las estrellas
de nuestra Vida Láctea.
Hola Antonio!!!!
ResponderEliminarMe ha gustado horrores, transitar por esa Vía Láctea, por esos caminos de sueños y derrotas.
Un abrazo!!!!