Me dabas la mano
y en silencio me mirabas
con casi un siglo de azul mirada,
…y lo decías todo.
y en silencio me mirabas
con casi un siglo de azul mirada,
…y lo decías todo.
Escuché en tus ojos
un te quiero,
un hasta luego, te dejo,
es hora de descansar.
es hora de descansar.
Silencio y siempre sereno
con la fuerza que da la certeza
de que en la planta de arriba,
sonriendo, hay alguien que espera.
Son tantas las escaleras subidas y bajadas,
las caídas y golpes que da la vida,
que ahora se hizo tarde y es mejor dormir.
Y mientras duerme
recuerdo dibujos de aviones,
una mesa con olor a naranja
y paseos por Madrid.
recuerdo dibujos de aviones,
una mesa con olor a naranja
y paseos por Madrid.
... a mi abuelo...
Ay niño, que bonito... seguro que me crees si te digo que ahora mismo no enfoco... ya sabes, desenfundo rápido y tengo la lágrima siempre cargada.
ResponderEliminarUn beso enorme, un abrazo largo, interminable y un vale para dos cervezas más.
Genial. Yo no he llegado a conocer a mis abuelos (hombres), así que en unos segundos me has trasportado al cómo pudo ser. Gracias, y gracias por continuar. Jswy.
ResponderEliminarTierno tierno, entrañable, el recuerdo de un abuelo... que grande.
ResponderEliminarBesotes dulces para que el olor a naranja perdure por siempre.
Se te quiere.