La caída de la tarde
enmudece el silencio
roto por el deslizar
de lluvia por el cristal.
Oscurece.
Y yo,
por dentro,
me contagio
y me mimetizo
desde los marrones
hasta los negros.
Soy lo que veo,
desde esta ventana.
Oscurece ahí afuera.
Lento.
Y yo por dentro.
Camaleón de tardes
de invierno,
que estrena soledades,
que se tapa sin mantas
y destapa verdades.
Oscurece,
la tarde se deshilvana,
se desgrana en desganas,
y sin embargo,
hoy merece la pena
pensar en mañana.
Acá las tardes caen y yo tambien con ellas...
ResponderEliminarMe vuelvo noche, me vuelbo añeja..
Me vuelvo, lo que siempre he sido.