Noches,
sólo noches con cuerpos extraños...
humedeciendo letras sin vocabularios,
en espacios con cabeceros de forja
y sin sábanas de raso.
Noches al raso de una espalda.
en espacios con cabeceros de forja
y sin sábanas de raso.
Noches al raso de una espalda.
Instantes para beberse despacio,
queriendo ser almohada,
y todos sus orgasmos.
y todos sus orgasmos.
Reincidir,
sabiendo que mañana,
no habrá nada,
ni siquiera un nombre
en mi madrugada…
ni siquiera un nombre
en mi madrugada…
Mañana no habra nada a lado mio, mas que mis babas...
ResponderEliminar=D N, no es cierto..no soy tan guarra...en todo caso, estará el último peluche que me dio mama
¿podría tener mejor compañia?
Te voy a regalar uno...