Un reencuentro
cuando el tiempo ataja la semana
y las ausencias se quejan en silencio
y se quedan desamparadas.
cuando el tiempo ataja la semana
y las ausencias se quejan en silencio
y se quedan desamparadas.
Has vuelto para llenar descampados,
para cultivar soles en ojos tristes,
para imaginar roces donde hay aire.
Te esperaban batallones de pasos perdidos
y yo te esperaba sentado, herido por mis sueños.
Pero has vuelto, y has vuelto para subir escalones.
Y ahora sólo queda seguir tu rastro / y no perderlo.
Te espero / en este nuevo reencuentro.
Todas las idas tienen sus venidas y lo mejor de echar de menos, sin duda, los reencuentros... Aunque ¿qué hay mejor que un reencuentro inesperado?
ResponderEliminarLos reencuentros con mariposas que vuelven a aletear en el estomago, con la risilla tonta nerviosa. Si, me gustó leer tu reencuentro.
ResponderEliminarY que sea un reencuentro infinito,
ResponderEliminarhasta donde el tiempo alcance....
enhorabuena.
Saludos. Jswy.