Las letras de tu nombre se desmoronan
mezclándose con las mías.
Los errores deciden las caídas
y escogen los momentos de dulzura.
mezclándose con las mías.
Los errores deciden las caídas
y escogen los momentos de dulzura.
Inoportuna retirada antes de empezar.
Siempre fue igual. Como en aquel ayer.
Fueron las noticias de la mañana
que advertían de peligros en sonrisas
las que amargan aún más este café.
No hay azúcar para dos corazones
que amagan y buscan su verdad.
No hay razones suficientes
para que sus ojos no me vuelvan a mirar.
...Hay miradas
.......................que nunca mienten.
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