Tras el cristal
aquella antigua fachada de la Calle Toledo,
el cielo limpio y el otoño alojado en el aire.
Madrid se detiene y se hace postal,
un instante que se pega en la retina,
...y su beso
que se instala en mi piel,
en las ganas de habitar estas calles
y ser, definitivamente, ciudadano de sus días.
En la Calle Toledo estuve una vez y lo pasé pipa.
ResponderEliminarPreciosos paisajes para una postal otoñal y pasear por sus calles.....
ResponderEliminarbeso!
Leira, para mi esa zona y aledaños tiene historia, tiene olor y sabor, tiene magia.
ResponderEliminarGracias por pasarte.
beso
Pasear por Madrid...hablando de cómo fue el día, de como se presenta el día después...de cómo vivir...pasear abrazando sus calles.
ResponderEliminarbeso