Noviembre once,
el vendaval ha pasado
y qué difícil es mirarse a los ojos,
asumo errores, todos -muchos-
y sumo aciertos que saben de nosotros,
de las interrogaciones de los días de calma
cuando la ciudad se reencarnaba
en esa isla desierta
que espera a su náufrago.
Las placas de las calles se descolgaron,
y yo olvido sus nombres y portales...
el vendaval dicen que ha pasado
pero aún llueve en Madrid ...
Noviembre once,
y qué difícil es mirarse a los ojos.
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