No sé como empezar, y ya empecé…
Noviembre doce
y empiezo a echarte de menos,
aunque ya empecé hace seis meses
al terminar la función en aquel Café.
No hubo segunda parte. Fracaso en taquilla.
Tampoco habrá dvd. The End.
en la próxima película
haré de poli corrupto y cabrón, pensé
pero no lo consigo y...
...yo sigo siendo aquel
...a pesar de las dudas
...y mi eterna locura
...yo sigo siendo aquel (*)
como decía, te echo de menos
y cada mañana mojo las ganas de verte
en el café con leche, corto de café,
en el oscuro bar de la cuarta planta,
Welcome to the Bronx, love.
7.30 a.m y el ascensor aún me pregunta por ti
y yo ya no sé qué decir. Hoy mejor bajo a pie.
Ciento diez escalones y un pasillo para olvidar
que tu taburete, junto al mío, sigue vacío
y que decidiste no volverme a besar.
¿qué habrás comido?
el café, ¿con sacarina?
las 6.00 p.m, te echo más de menos
ahora que la tarde invita a ir de bares
y las farolas alumbran los besos,
pero mojo las ganas de llamarte
en un café solo con hielo, largo de café...
(*) Raphael
Me estoy cansando
ResponderEliminarde estar donde no debo,
o donde debo
pero aún así me canso...
A veces a la vida hay que agarrarla por las solapas, darle un rodillazo en los huevos y escupirle entre los ojos.
Descargas adrenalina
y luego
mansamente
¿vuelves al redil?
va a ser que no...
la única manera de salir de un túnel
es caminar
siempre
en la misma dirección,
si te equivocas puedes escoger
el camino más largo
pero al final
hay salida...
si cambias constantemente
de rumbo
no saldrás
nunca
nunca
nunca
y escribirás mil veces el mismo poema, como yo hago
(muy bonitas las luces de borracho)
Un beso con abrazo
Mi querido amigo, he venido a tu blog para ver más en profundidad tus trabajos. me gusta este concertado desconcierto, este parir del dios caos provocador. Gracias por tu comentario en mi blog. Ahí está para cuando quieras visitarlo. Un abrazo. Tino
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