De la lluvia y la oscuridad
al brillo cegador del sol
en un instante...
parecía un milagro
y yo, el único espectador
El A-320 sólo tuvo que salvar las nubes
y unas pequeñas turbulencias
a 31.000 pies
Arrastrando los pantalones al caminar
y pegado a mi sombra,
no existen los milagros...
aunque hoy, en Madrid,
luzca el mismo sol que ayer.
Si existen los milagros, pero son tan pequeños que no nos damos cuenta... pequeños como ese pedacito de ti que se me clavó un día detrás de las pupilas. Eso es un milagro, aunque no sea el que tú quieres ni por el que yo rezo. Es nuestro milagro...
ResponderEliminarBesos
Si, tienes razón, existen pequeños milagros en forma de encuentros inesperados , en forma de amistad, aunque sea en la distancia, aunque sea en forma de letras...es un milagro que alguien encuentre este blog, que lo lea y que deje sus comentarios...un pequeño milagro.
ResponderEliminarY pido por ese milagro por el que tú rezas: ojalá algún día llegue a suceder y que se cumplan tus deseos, que te lo mereces....(y que me lo cuentes,¡vale?)
un abrazo