Hay sol en cada una de las palabras
que, suaves, se despegan
de tu lengua para alojarse
en la herida de mi costado;
hay brumas que se deshacen
con el paso entregado a una causa
que siempre se dio por perdida.
Y ahí estás tú, desnuda de prejuicios
que desaten tormentas,
desprovista del miedo que da la noche
en las ciudades sin nombre,
firme ante la oscuridad
para dar luz a todo aquello
que murió con la ráfaga del silencio.
Tú, yo que te di por perdida
cuando todo parecía ahogarse
en un desierto de voces.
muy bueno tu blog. Cuando era un crio de 12 años, miraba junto a un amigo desde una verja que daba al vestuario en el que los elegantes apuraban sus ultimos tragos antes de saltar al escenario, en mi pueblo. Juanma del Olmo salió y nos preguntó por qué no entrábamos. Le respondimos con un escueto "no tenemos dinero". Pidió a un vigilannte que abriera la verja y nos cogió de la mano, nos "arrastró" por una escalera y...allí estábamos los tres con los brazos alzados frente a cinco mil personas. Bueno, me encanta tu blog y los poemas que he visto, volveré.
ResponderEliminarNo te lo dije pero este me lo quedo como regalo de cumpleaños :) Me encanta.
ResponderEliminarBeso grande, de otoño alegre.
Gracias tocayo!
ResponderEliminarjoder, buena la anécdota con Los Elegantes...qué bueno!!
Gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario....en cuanto pueda te visito...
un abrazo
Mayte...cuando me dices que algo de aquí 'te encanta' me da subidóooooooooon
ResponderEliminarVale, te lo regalo... :)
Te mando "Felicidades" desde aquí...
besos!