En cada rincón
un nombre,
y un nombre
en cada esquina de un tiempo
que se nos va,
irremediablemente instantes,
espinas,
caricias en la piel...
aparezco,
desaparece,
se muestra,
me escondo,
se va...
...nos miramos,
y ella me dice que algo no va bien,
la ciudad entera se detiene
mientras yo planeo una huída,
como siempre...
irremediablemente instantes,
heridas,
tiritas en la piel...
la cena se nos quedó fría
y la mesa sin recoger.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarComo siempre un gran poema.
ResponderEliminarUn beso
Marta
ResponderEliminarmuchas gracias por estar de nuevo por aquí
un abrazo
Y la música? vaya temazos que te marcas.
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