Sólo se oye el sonido
de las cigarras
y el rumor lejano
de algún coche perdido,
el monótomo latido
de la ciudad se detiene en un Agosto
libre de semáforos,
vacío de culpas y urgencias.
Ojos cerrados por vacaciones,
sol que ciega los calendarios,
y yo buscándote en cada siesta,
en cada grado a la sombra
de un recuerdo sin edad.
Rumor de noche cerrada
y mi mano acaricia tu pierna
esperando el otoño de una ola
que nunca llega a esta playa de asfalto.
Que nunca llegue el otoño.
ResponderEliminarEs bellísima.
Muá
Gracias por poner tu miga de locura en estos desconciertos
ResponderEliminargarcias
y besos