Recuérdame
que cierre la puerta
y baje las persianas,
que pliegue todas las calles
como el mapa de la ciudad que nos vio,
que no queden esquinas que podamos doblar,
que no vuelva la mirada atrás.
Ahora guardo la mueca de la sorpresa
y el recodo desde donde me miras,
el vaho del cristal del espejo,
la habitación encendida,
recuérdame que una mudanza
no es más que un cambio de vida
quizá una herida abierta
................que ya no sangra.
Recuérdame
que mañana no te nombre,
que esconda bien tus ojos,
son los días
una sombra de lo que somos,
quizá una herida abierta
que ya no sangra,
................que ya no sangra.
Que bonito blog, pasé de casualidad y me quedé. Escribes muy bien :)
ResponderEliminarMr. Rain
ResponderEliminarme alegran estas casualidades
muchas gracias!