sábado, 17 de enero de 2009

.: A las once :.

Cada mañana
me resguardo de la lluvia
bajo las pestañas de sus ojos

aprovecho, cuando sonríe,
para estudiar cada surco
de sus labios

y con disimulo
acaricio la piel de su sombra
si pasa a mi lado

hipnotizante
la forma de mover sus manos

pero ella no lo sabe

y cada día, a las 11,
huele a café

1 comentario:

  1. A las once ...

    Que buena hora para resguardarse bajo las pestañas de alguien.

    Te he agrehado a mi lista, no hay problema ?

    Precioso poema.

    Besos
    Clarisa

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