La lluvia anega la ciudad
reflejando atascos infinitos
cuando se encienden las farolas
y suena la sirena de la libertad.
reflejando atascos infinitos
cuando se encienden las farolas
y suena la sirena de la libertad.
Son hileras de proscritos
que huyen sin mirar el retrovisor.
El coche es otra cárcel
con limpiaparabrisas
mientras suena
Knockin' on Heaven's Dooren el 107.2 del dial.
los desenamorados para llorar.
Y los otros, los enamorados
sólo piensan en sus zapatillas y sofá
salivando besos y abrazos antes de llegar.
Y la lluvia -para todos- anega la ciudad
...y las lágrimas de unos
......y la saliva de otros
.........se disuelven en todos los charcos por igual...
sólo piensan en sus zapatillas y sofá
salivando besos y abrazos antes de llegar.
Y la lluvia -para todos- anega la ciudad
...y las lágrimas de unos
......y la saliva de otros
.........se disuelven en todos los charcos por igual...
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