Nunca esta ciudad fue tan pequeña
como este día que se apaga sin más
como este día que se apaga sin más
y tú estás en cada rincón, en cada ascensor,
en cada gota de agua que forma mi charco.
Las calles se hacen callejuelas, travesías
por donde siempre cruzamos miradas
y pasos de peatones sin semáforos.
Y siempre tan cerca,
y siempre tan lejos,
miro abajo y estás,
miro al lado y estás,
fumando las mañanas y sudando las noches
y ahí estás. Siempre sonriendo.
Nunca esta ciudad fue de los dos
pero ahora que se apaga la última luz, estás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjame tu comentario, me gustará leerlo ;)