Si un día volvemos a vernos
que sea en día sereno o en noche de humo,
pero que sea.
Y ese día que se desaten
las palabras que se anudaron en la garganta.
Mientras, no dudes en contar las horas
los minutos o segundos que faltan.
Advierto que los ciclos se repiten sin avisar.
Sin pretenderlo. Sin entenderlo.
Si un día volvemos a vernos,
que no sea en la coincidencia
de las calles que frecuentamos,
ni en aquel mar donde dibujamos
todos nuestros nombres,
que sea en el descorche de una botella
o en el beso de cenicienta,
pero que sea,
aunque de nuevo a las doce te conviertas
en pañuelo agitado al viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjame tu comentario, me gustará leerlo ;)